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Tips de buena gerencia

Tips de buena gerencia

Cuando se logra un ascenso a alguna gerencia o la contratación para el cargo, y luego de la alegría y emoción que se siente por el logro profesional, es bueno siempre recordar de que se trata ser Gerente y que cosas se deben tener muy en cuenta para lograr un desempeño exitoso.

Lo primero que se debe tener en cuenta, es que después de ser gerente, no hay nada más. Sola la puerta de salida. ¿suena duro y entristecedor? Sí, pero es la verdad. Salvo algunos casos, muy pocos en realidad, se puede aspirar a una vicepresidencia o presidencia de una organización. Esos cargos por lo general están reservados para los propietarios de la empresa o alguien muy cercano a ellos. Por otro lado, se podría aspirar a la gerencia en una sucursal o filial, o una gerencia superior, pero igual se estaría en la misma posición. El tope de la línea jerárquica. Si te nombraron gerente ¡Bravo! Trata de mantenerte allí y pon lo mejor de ti para que sea por el mayor tiempo posible. Sobran historias de personas que alcanzan una gerencia dentro de una importante firma y mueren ejerciéndola o la ocupan hasta que se retiran. ¿Qué marca la diferencia? La respuesta es simple: tener claro lo que debe y no debe hacer, y sentir pasión por el trabajo.

Si llegaste al cargo de gerente, se deduce que tienes la pasión por el trabajo, ahora bien; ¿sabes lo que debes hacer y lo que debes evitar? Cada caso es diferente y cada situación tiene variados niveles de complejidad, pero acá te dejamos algunos puntos de importancia que debes observar a manera de conceptos generales.

Antes que nada, debes tener claro que ser gerente es igual a ser líder. La idea central que nos viene a la mente con la palabra gerente es: gerente = jefe, permítenos aclarar el punto. Un gerente, antes que nada, es un Líder, con atribuciones de jefe, pero ante todo es líder. De las acciones del líder dependerá el desempeño de todos los que están a su cargo. Es la locomotora del tren. El encargado de hacerlo llegar bien a la estación o de que se descarrile.

Un buen gerente mantiene a su equipo cohesionado, motivado, empujando todos en una misa dirección y concentrados en dar lo mejor de sí. Gerente es quien se gana el respeto de todos sus subalternos y quien logra que le sean reconocidas sus metas y logros, no los de él, los de su equipo, porque un gerente ya no debe pensar en sí, piensa y actúa en equipo.

Por eso debes evitar cometer algunos errores como son:

  • Hacerte eco de chismes. De ningún tipo ni persona debes aceptarlo. Si te llega información por la vía del chisme, no hagas del chismoso un héroe
  • No fomentes división entre los tuyos. Recuerda siempre la palabra “equipo” si vas a reconocer el trabajo de alguien o debes corregir errores de alguno, trata de involucrarlos a todos en ello, tanto en lo bueno como en lo malo. No solo debes actuar, sino enseñar a trabajar juntos como un solo brazo.
  • No dejes nunca de reconocer algún logro por pequeño que sea, y ante los errores, busca soluciones y no culpables.
  • Jamás te expreses de manera despectiva o en malos términos de los otros jefes de la organización. Jamás, ni solo, ni mucho menos ante los empleados.
  • No asumas que tu equipo hará todo el trabajo porque “ya saben cómo es”, si fuese así, tu no serías gerente ni existiera tu cargo. Debes involucrarte en sus tareas. El puesto de gerente no es para que mandes “desde arriba” sino para llevar a todas personas a tu cargo, hacia arriba.
  • Trata, como líder de ampliar tus conocimientos, perfeccionar los procedimientos, y aumentar la efectividad del área que te toca gerenciar. Prepárate, instrúyete, capacítate incluso en áreas diferentes a la tuya. Transmite esa carga de conocimientos y experiencia a tus subalternos.
  • Ayuda a las personas a tu cargo a surgir, a escalar posiciones. Dale los medios (a través de la empresa) para que también puedan capacitarse y adquirir conocimientos y recursos para su superación personal y profesional.
  • Evita la resistencia a los cambios. Si te indican hacer cosas que no pertenecen a tu ámbito normal de trabajo ¡éxito! Eso demuestra que tus superiores están confiando en ti para una tarea que no desean colocarla en manos de nadie más. Enséñales lo mismo a los que tienes bajo tu responsabilidad. 
  • Tú eres el único responsable por lo que pase o deje de pasar en tu departamento o área de desempeño. Los gerentes no tienen a quien echarle culpas. (¿Recuerdas la locomotora del tren?)
  • Tu estado de ánimo no debe influir en tu trabajo. Todos podemos tener un mal momento o pasar por alguna situación difícil, pues ten claro que ser gerente no es fácil, así que debes mantenerte incólume ante tu equipo. Siempre con buen ánimo y actitud de campeón, aunque la procesión vaya por dentro.
  • Por último, no creas que por ser gerente tu carga de trabajo disminuirá ya que ahora eres “jefe”. Todo lo contrario, los gerentes son quienes más deben trabajar, de hecho, por eso ganan más dinero que el resto. No para mandar, sino para trabajar más.

Los puntos anteriores te servirán de gran ayuda. No son todos los que están, ni están todos los que son, pero son un buen juego de llaves para comenzar a estructurar una buena gerencia. ¡Felicitaciones por tu nuevo cargo!

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