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Sublimación Progresiva e Inversa

Sublimación Progresiva e Inversa

La sublimación es el proceso mediante el cual un elemento pasa directamente del estado sólido al estado gaseoso, sin pasar por el estado líquido. El nombre completo y correcto es sublimación progresiva; Al producirse de forma contraria se le denomina sublimación regresiva o inversa; es decir, el paso directo del estado gaseoso al estado sólido. En la transferencia de imágenes se utiliza el término sublimación ya que, para que dicha transferencia sea posible la tinta con que trabajamos debe poseer esas características, es decir, poder pasar del estado sólido al gaseoso directamente y viceversa, obviando el estado líquido que es el paso natural intermedio en ambos procesos. Un ejemplo de sublimación inversa podemos verlo de manera natural en la formación de nieve o escarcha y como ejemplo de sublimación progresiva nos sirve el hielo seco, que al exponerlo al aire pasa directamente de sólido a líquido.

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Para sublimar un producto o blank, primeramente, imprimimos las imágenes, textos o combinación de ambas que deseamos transferir, sobre un papel especial que lo llamamos papel para sublimar o papel de sublimación y está diseñado para que la tinta se fije en él, pero sin absorberla. Luego de la impresión, el diseño a transferir se coloca sobre una superficie de polyester o cubierta con polímeros de polyester y se aplica calor utilizando para ello una plancha de sublimación o prensa de calor como también se conoce. Muchos la llaman prensa o plancha para transfer. Al aplicar alta temperatura sobre la impresión y el blank, la tinta sublima de manera progresiva, es decir, pasa de sólido a gaseoso y los poros de polyester se abren dejando entrar al gas en su interior. Al retirarlo de la plancha y a medida que la pieza se va enfriando, la tinta sublima de manera inversa, es decir, pasa de gaseoso a sólido y los poros de polyester se cierran quedando este sólido atrapado dentro de ellos. Así se fija o transfiere una imagen a un objeto y se producen durante el proceso ambos tipos de sublimación; la progresiva y la inversa. Cuando tocamos o pasamos la mano sobre una superficie sublimada, no podemos sentir nada en relieve. Todo queda plasmado completamente, liso y con la suavidad propia del material al cual transferimos la imagen.

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