Cultura Organizacional
La cultura organizacional pude definirse como el conjunto de experiencias, valores, convicciones y actitudes que crean la psicología propia de funcionalidad en una empresa u organismo la cual esta conformada por el aporte que de todos y cada uno de estos aspectos otorguen todas las personas que componen su recurso humano.
En base a los elementos nombrados, la cultura organizacional permite establecer con sólidos fundamentos los aspectos prioritarios y su forma de administrarlos en una organización. Nunca será igual entre dos entes. Cada uno establecerá su cultura organizacional en base a la esencia de los objetivos trazados y la ética y experiencia de sus empleados, desde el cargo más humilde hasta el más alto. Todos deben guiarse por una misma línea de pensamiento y acción aunque, por supuesto, adaptada a cada nivel.
Diferentes herramientas son útiles a la hora de desarrollar, establecer y administrar una cultura organizacional real y efectiva. Lo primero que se debe disponer es una selección estricta y cuidadosa del personal que conformará el recurso humano. Los estudios psicológicos, pruebas de conocimiento, referencias de trabajos anteriores, logros a nivel personal y profesional, estabilidad emocional y familiar entre otros aspectos son de suma importancia a la hora de escoger una pieza de recurso humano, sobre todo aquellos componentes que ocuparán cargos estratégicos.
Si se trata de talento nuevo, asegurarnos que exista un plan de capacitación y adiestramiento previo y también permanente así como herramientas de evaluación adaptadas a la visión de la empresa.
Teniendo claro cual será la naturaleza de la organización y de trabajo, asegurarse de proveer al personal los espacios, herramientas y ambiente adecuadas para un cómodo y adecuado desarrollo de sus actividades así como para el incentivo de la creatividad y participación en ideas y sugerencias de donde puedan brotar aspectos positivos que logren sumar en favor del fortalecimiento y la optimización de la cultura organizacional.
Por medio de cursos de capacitación y mejoramiento, talleres laborales y experiencias de campo, fortalecer y evaluar las relaciones uno a muchos de cada empleado, es decir de individual a colectivo para consolidar el trabajo en equipo, característica esencial de una cultura organizacional sana.
Una correcta jerarquización y distribución del poder de mando también es esencial.
Se deben tener planes de acción ante la aparición de frustraciones a nivel laboral para manejarlas adecuadamente y dentro del contexto de la cultura de la organización al momento de su aparición bien sea por un grupo de personas o un solo individuo.
Una política de supervisión y adecuación constante sería el cinturón de seguridad de la cultura organizacional de cualquier firma. La dinámica empresarial no se detiene y los cambios no se hacen esperar.
Siempre que se tenga a mano recursos previamente diseñados a aplicar según la visión y estudio del desarrollo de actividades propias de la empresa y los cambios constantes dentro del mercado y los medios de mercadeo, podemos estar confiados que nuestra firma tendrá una cultura organizacional de excelencia.
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