Tu propio gimnasio en casa ¡y sin gastar dinero!
Seguramente eres de las personas que nunca tiene (o dicen no tener) tiempo ni dinero para ejercitarte asistiendo a un gimnasio. ¡Pues se acabaron las excusas! Te traemos algunos secretos con los que podrás hacerlo en la comodidad y seguridad de tu hogar y con artículos de uso cotidiano. Aquí vamos…
Botellas llenas con agua: Puedes usarlas como mancuernas o pesas ligeras y para ellos tienes las de refresco, jugo o agua en sus diferentes tamaños y que estén acorde a tu nivel de esfuerzo. Buenos sustitutos también pueden ser libros o bolsos llenos de ropa.
Escaleras: Normales, o escalones bajos. Puedes utilizar las primeras para subir de un piso a otro lo que constituye un ejercicio cardiovascular excelente. Los bajos puedes usarlos para hacer flexiones o ejercitar las pantorrillas.
Sillas o bancos: Son excelentes para apoyar las manos mientras hacemos sentadillas, saltar sobre ellas o para hacer flexiones con pies elevados.
Escobas: Funcionan a modo de barra sobre los hombros y hacer movimientos rotatorios de cintura.
Toalla: Las podemos utilizar para colocarlas a manera de cinta por detrás de la cabeza. Halamos con fuerza por los extremos hacia adelante y con la cabeza empujamos hacia atrás, este ejercicio nos ayuda a fortalecer el cuello y reducir la papada.
Las paredes: Los ejercicios de tensión dinámica son poco conocidos a pesar de ser unos de los más efectivos. Colócate frente a la pared y comienza a empujarla con todas tus fuerzas, por supuesto, progresivamente. Comienza a empujar poco a poco hasta que tengas la necesidad de colocar una pierna delante de la otra. Hazlo de frente y luego de espalda utilizado las manos en ambos casos.
Cargar a tus niños: Si tienes hijos menores, puedes ejercitar con ellos levantándolos con tus brazos. Puedes subirlos y bajarlos lentamente desde la altura de tu cintura hacia arriba hasta donde te sientas cómodo o puedes subirlos hasta la altura de tu pecho y mantenerlos allí hasta que aguantes. Aparte de ejercitar tus brazos y abdomen, estarás fortaleciendo vínculos afectivos y jugando con ellos. Es tan eficaz, que los pequeños serán quienes te recuerde y te motiven ejercitar tú; ¡ellos van a jugar!
Estos son solo unos ejemplos para hacer referencia a que no hay excusas cuando realmente deseamos ejercitarnos. La imaginación es el límite.
Deja un comentario