Síntesis de la sublimación computarizada
La transferencia de imágenes por sublimación tuvo sus inicios en 1957, por descubrimiento de Nöel de Plasse quien trabajó en una empresa francesa del ramo textil. Pero este método no se hizo conocido sino a finales de los 60 cuando Wes Hoekstra desarrolló el primer sistema de sublimación digital cuando trabajó en el “Laboratorio de propulsión a chorro de tinta” ubicado en Pasadena, California.
Con la llegada de las impresoras de inyección de tinta o inkjet a mediados de los 90, se crean las tintas para sublimación haciendo posible para cualquier usuario realizar transferencias de imágenes usando este método solamente con una computadora, una impresora y una plancha térmica.
A causa de esto, se observó una muy rápida migración de los procesos de impresión análogos a digitales, y de producciones en masa a producciones en menor escala, incluso individuales.
La aplicación de la sublimación para la transferencia de imágenes se ha convertido hoy día en un medio de publicidad diverso y extendido pudiendo ser aplicado en múltiples artículos o productos de diferentes materiales como cerámica, aluminio, acero, neopreno, textiles, vidrio, plásticos, cartón entre otros.
El crecimiento de esta técnica, así como la expansión de su aplicación se debe a varios factores donde influye primeramente la publicidad, que nunca deja de estar presente en todos los aspectos de la vida actual, pero también a los bajos costes de inversión para este emprendimiento. No debemos olvidar el hecho de que la sublimación de productos aplica también para el ámbito personal, donde se crean souvenirs para toda ocasión, productos con imágenes de nuestros equipos deportivos preferidos, imágenes religiosas, familiares, de mascotas, hobbies y un sinfín de motivos.
El futuro de la sublimación en la transferencia de imágenes se proyecta por muchísimo tiempo, así como las innovaciones tecnológicas dentro de este campo. Desde un punto de vista objetivo, llegó para quedarse.
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