Psicología inversa en publicidad

¿Sabes que es la psicología inversa?. Para no ahondar mucho en el tema con su verdadero sentido, basta con saber que es una técnica que busca, a través de mensajes escritos, visuales o auditivos, motivar a las personas a hacer lo contrario a lo que dicho mensaje induce. Es curiosa y funciona muy bien. Inicialmente se creó para tratar tratar ciertos trastornos en niños y adultos, pero con el tiempo ha ido abarcando otros campos y entre ellos, la publicidad.

Muchas personas, más de las que podemos pensar, tienen tendencia a responder siempre de manera emocionalmente negativa o contraria cuando se le trata de persuadir o convencer para que haga algo o actúe de una forma determinada. Esta tendencia deriva casi siempre en que el sujeto finalmente hace lo opuesto. Sin importar lo que sea, su tendencia siempre será responder a la inversa.

La psicología inversa funciona muy bien en publicidad, ya que se crea la expectativa en este tipo de personas y los sujetos se motivan automáticamente a ejecutar la acción contraria, dada su condición ya descrita y de esa manera se retan a si mismos a comprobar si es verdad lo que indica la publicidad. Un ejemplo de publicidad inversa sería: “No leas este mensaje, por favor no lo hagas”, “No entres aquí, vendemos muy caro”, “Si quiere entrar y probar nuestra comida, hágalo”, “Bidrios, lo escribimos mal, pero los montamos muy bien”. Si se maneja de la forma correcta, conociendo las actitudes del público al que se dirige este tipo de publicidad, puede ser más efectiva que la publicidad creada para convencer. No se trata de aprovecharse de esta condición de algunas personas porque de hecho están en la misma posición de aquellos que sí se convencen con la publicidad tradicional, se trata simplemente de usar la técnica correcta en cada tipo de persona, tal como existen técnicas de ventas para clientes diferentes como gruñones, indecisos, parlanchines, amables, escépticos, desconfiados etc.

Lo bueno de este tipo de publicidad, es que la mayoría de las veces funciona sobre todo el que la lee y no solo sobre aquellos a quienes esta dirigida. Al final, ¿quien no lee los carteles?

Hay especialistas en este tipo de publicidad, muchos incluso la elaboran de manera cuidadosa para que sea imperceptible a la primera ojeada, pero que, indiscutiblemente, logran su objetivo.