Neuromarketing

Este término, muy nombrado hoy día, consiste en la aplicación de ciertas técnicas de la neurociencia al mercadeo. Entendemos por neurociencia los estudios científicos sobre el sistema nervioso que determinan biológicamente la conducta humana. Los publicistas han echado mano a estas técnicas para captar una mayor atención y mejor comprensión de los consumidores y poder influenciar más en su decisión para la adquisición de productos.

La aplicación de estímulos conscientes o subconscientes en la publicidad son pasos previos a la misma, es decir, el neuromarketing indicará que tipo de publicidad se debe usar y aplicar. No es publicidad en sí. Es un recurso para que la publicidad sea más efectiva.

Para su aplicación se necesita del trabajo conjunto de profesionales en ambas ramas, la neurociencia y la mercadotecnia.

El neuromarketing está dirigido a específicamente a todos nuestros sentidos, vista, oído, tacto, olfato y gusto. Despertar a través de ellos nuestras emociones y motivaciones es el objetivo.

Nada más agradable que el olor de un auto nuevo, o del pan fresco que se coloca en la exhibición, o del papelito con perfume que nos entregan de muestra en los centros comerciales. La suavidad de las telas al tacto, el brillo o el color del cabello con determinado producto.

La música ambiental que se coloca en un supermercado o farmacia es suave y de relax. La que se coloca en una tienda de ropa artículos para jóvenes o en un gimnasio es eléctrica y con mucho ritmo.

Precios de productos terminados en .99 sin llegar al número inmediato superior dan la sensación de ser menos costosos.

En muchos establecimientos, los estantes tienen a la altura de los ojos los productos más caros. Si buscas los más baratos deberás buscarlos en la parte de abajo.

Los productos que estén en oferta, siempre los colocan en “montones” uno encima del otro. Eso da la sensación de remate.

Cuando colocan a una bella chica a entregar pequeñas tomas de una determinada marca de café o té, están influenciando tres sentidos del consumidor al mismo tiempo: La vista, por la chica hermosa, y el olor y sabor de la bebida por otro lado, para complementar la estrategia de venta.

Todo ello es ejemplo de neuromarketing que además puedes empezar a poner en práctica desde ya en tu negocio de sublimación.